domingo, 12 de diciembre de 2010

Obama:decepción.

Estimado Sr. Obama.
Quisiera expresarle mi profunda decepción por sus consideraciones públicas referidas al fenómeno Wikyleaks por el que se han hechos públicas numerosas actuaciones realizadas por gobiernos del todo el mundo, en fraude del mandato que habían recibido de sus ciudadanos.
Leo en el periódico que usted ha dicho que "las filtraciones son actos deplorables", aunque algunos lo han traducido también como "actos irresponsables". Usted sabe que los deplorables e irresponsables son los actos que revelan. Usted debería saber que ninguna de las informaciones aparecidas pueden hacer ningún daño, ni a las personas , ni desde luego a pueblos enteros. Ninguna de las informaciones publicadas son capaces de causar ningún dolor, ni provocar ninguna injusticia. Como usted sabe, esas informaciones tiene la grandeza de ser ciertas, de contar lo que ha pasado, de mostrar la realidad. Por eso solo hacen daño y causan dolor a quienes las pretendían tener escondidas para evitar que aquellos que le han prestado su confianza conozcan la ruindad de su comportamiento, la gran traición a quienes les ofrecieron su apoyo, la gran mentira de sus gestos, el verdadero y siniestro rostro que se esconde detrás de su eterna sonrisa electoral.
Sr. Obama, si usted y todos los demás mandatarios que aparecen en esas informaciones actuaran en defensa de sus intereses particulares, o en ámbito de su vida familiar o personal, nadie tendría derecho a conocer su comportamiento. Pero, debe saber, Sr. Obama, que cuando usted y los demás actúan en ejercicio de sus cargos políticos, deberían evitar realizar cualquier acto que de ser conocido les produjera verguenza. Si usted habla con su mujer por ese teléfono, tiene derecho a la reserva y el secreto de lo que dice. Pero si habla de un asunto de gobierno, deberían grabarse sus conversaciones y ser accesibles para cualquiera. Como usted sabe, cada día los gobiernos y las manos negras de los ministros del interior se ponen a escuchar nuestras conversaciones particulares. Parece que caminamos en dirección contraria.
Wikyleaks ha corregido el rumbo.
Hace menos de dos años, en su dicurso de 20.109 de toma de posesión, usted dijo:
"Lo que no entienden los cínicos es que el terreno que pisan ha cambiado y los argumentos políticos estériles que nos han consumido durante demasiado tiempo ya no sirven"
Sr. Obama, qué pronto ha olvidado que el terreno que pisan los cínicos ha cambiado. Ahora esta suspendido en el aire en una red de redes que les ha conseguido atrapar.
La revelaciones de Wikyleaks solo perjudican a quienes hicieron un ejercicio torcido del poder. Por eso, la única reacción digna de un político a la altura de estos tiempos, como la que esperábamos de usted, debería ser la de pedir perdón por los desmanes que en algunos caso tantas vidas y tanto sufrimiento de inocentes han provocado, y asegurar todos los controles posibles para que no se repitan. Y entre todos ellos, el mejor, el más efectivo, la publicidad, la transparencia.

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